sábado, 11 de septiembre de 2010

4.-LUGARES (O NO ) DE LA PEDAGOGIA CRÍTICA

Si de algo adolecen las pedagogía hegemónicas de los últimos 30 años, es de una oxidada racionalidad que excluye todo tipo de sentimiento utópico. Es precisamente Peter McLaren quién escribe con mucha pasión la pedagogía, sobre la manera cómo esa misma pasión abre nuevos caminos, habilita otras lecturas, materializa cambios. Es uno de los pocos que se anima a pensar en una pedagogía para la revolución, en tiempos donde es difícil vislumbrar horizontes y sueños nuevos, en una época donde las propuestas pedagógicas cuentan con pesados aparatajes técnoeconómicos instrumentales que prometen cierto aséptico paraíso plagado de competencias; y en momentos difíciles para recuperar el manto mancillado de Marx desde la tumba en la que ha sido irónica y caprichosamente arrojado en momentos de éxtasis posmoderna. Peter insiste en la importancia del compromiso político y teórico que toda pedagogía debe portar, y en este aspecto su último trabajo ofrece no solo marcos para pensar la transformación de sociedades injustas, sino también, cursos pedagógicos de acción planteando un desafió para los proyectos de izquierda en educación. Es muy difícil ser pedagogo crítico en nuestro medio, donde los discurso seficientistas, de excelencia y acreditación han seducido la subjetividad de los estudiantes desde el núcleo mismo del currículo; lo es también, para Peter, serlo --como Martí-- desde las "entrañas de la bestia", pensar en una pedagogía que habrá horizontes que incomoden, cuestionen, denuncien, desafíen las prácticas pedagógicas de los educadores de una nación ubicada en el centro mismo de las políticas culturales imperialistas.


Peter McLaren es profesor en la Graduate of Education and Information Studies of California, Los Ángeles. Es autor y editor de más de 35 libros sobre tópicos relacionados desde la etnografía crítica y la sociología de la educación hasta la pedagogía crítica, teoría social crítica. Sus más recientes libros incluyen " Che Guevara, Freire la pedagogía de la Revolución"; "la vida en las escuelas"; y "el marxismo contra el posmodernismo en la teoría educativa". El profesor McLaren da conferencias alrededor del mundo sobre la política de liberación. Sus trabajos han sido traducidos a 17 idiomas. Muchos de sus libros han sido galardonados por la Asociación de Estudios de la Educación Americana. Recientemente ha recibido el Paulo Freire Social Justicia Award, otorgado por la Chapman University, California.

¿Qué es la pedagogía crítica en cuestión?Pues la tradición de la pedagogía crítica en América del Norte no es una historia fácil de seguir. Pero, si, comienza con el trabajo de Freire a principios de los años ’80 y se extiende a un renovado interés de John Dewey y el movimiento social reconstruccionista en los Estados Unidos desarrollado después de la gran depresión en los años ’30, también está influenciado por la sociología del conocimiento inglesa de los años ’80, también por un interés en la Escuela de Frankfurt y posteriormente por el trabajo de Foucaulty Bourdieu. Además de otros pensadores que han sido etiquetados bajo el rótulo de "posmodernista y/o post-marxistas" los principales exponentes de la pedagogía crítica la han inter-fertilizado con casi cada tradición transdiciplinaria imaginable, incluyendo incursiones teóricas en el trabajo de Richard Rorty, Jacques Lacan y Jacques Derrida. El alcance de la pedagogía crítica ahora se extiende a la educación multicultural, educación bilingüe, teorías feministas y los campos asociados con el aprendizaje de lenguas y alfabetización (incluyendo medios para la alfabetización). A pesar de haber sido yo señalado como gran exponente de la pedagogía crítica, mi trabajo reciente ha sido muy crítico con la orientación que ella está tomando. Es incoherente conceptualizar la pedagogía crítica, como muchos de sus exponentes comúnmente lo hacen, sin una referencia con la lucha política y anticapitalista.

El concepto pedagogía crítica ha sido difundida con tanta amplitud, y en algunas ocasiones de manera tan despectiva, que ha llegado a verse asociada a cualquier cosa extraída de las turbulentas e infestadas aguas de la práctica educacional: desde la disposición en circulo de los pupitres del aula con miras a "dialogar amigablemente" hasta los currícula "siéntase a gusto" diseñados para magnificar la autoimagen de los estudiantes. Su equivalencia a la educación multicultural puede ser ligada a un apolítica de diversidad que incluye "el respeto a la diferencia" a través de la celebración de los feriados "étnicos". El término "pedagogía crítica" usado en el escenario de los debates educativos actuales, debe ser juzgada como un concepto ampliamente domesticado a tal manera que muchos de sus primeros exponentes, como Paulo Freire, son fuertemente temidos.

Actualmente las ideas marxista están rondando el discurso educativo, Marx esta volviendo con una venganza a las ciencias

sociales dicen varios especialistas, qué relación ha tenido la pedagogía crítica con la teoría de la reproducción en boga entre los educadores progresistas de los años '70, ahí estaban los escritos de Althusser por ejemplo, y más tarde Bourdieu.

Me gusta el trabajo de Bourdieu, precisamente estoy terminando de leer su corto trabajo, Acts of Resistance: Against the Tyranny of the Market. Trabajé desde una posición izquierdista del posmodernismo por muchos años, especialmente cuando trabajé con Giroux por ocho años; eran buenos años y muy productivos. Pero en los últimos 7 años he estado escribiendo como un Marxista-humanista. Por supuesto, actualmente está muy lejos de ponerse de modaser educador marxista, en los Estados Unidos eso te marca como un traidor. Las acusaciones se extienden de ser un izquierdista ingenuo, a ser catalogado como una deformación del tiempo, a ser enganchado en un patriarca antidiluviano, para dar dentro del sentimentalismo barato o al romántico utópico. Los marxistas son acusados con asumir una posición política indefendible que les permita llevar la desgastada capa de revolucionario sin tener que ensuciar sus manos en las luchas cotidianas de los profesores.

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Uno lucha para la instalación de una teocraciaautoritaria y represiva en donde subyugan a las mujeres, prohibiéndolas de trabajar y de recibir una educación, donde las minorías están siendo extirpadas por " infieles". El otro luchó por una sociedad socialista y democrática donde las mujeres trabajen junto a los hombres en una relación de igualdad, donde el racismoe todas las clases se condena y se suprime, donde está desconocido el analfabetismo y donde cada persona tiene acceso a una educación y a una asistencia médica adecuada.



La pedagogía crítica es también pedagogía revolucionaria?

Como he mencionado anteriormente, la pedagogía crítica se ha domesticado en los Estados Unidos. Lo que llamo "pedagogía revolucionaria" es mi tentativa de acercar a la pedagogía crítica a una conversación Marxista-Leninista, Gramsciana, y a las tradiciones revolucionarias del Marxismo-humanista. No hay discusión alguna sobre estas tradiciones entre los educadores de las universidades en los Estados Unidos. Parte de la razón es que Freire y Gramsci están leídos desde una perspectiva "culturalista", lo que significa divorciar sus trabajos de cuestiones de la lucha de clase. La tradición educativa norteamericana ha relegado en gran medida a Gramsci, por ejemplo, a los teóricos culturales, domesticando su trabajo sobre la sociedad civil y el Estado.

Qué sentido tiene ésta pedagogía en esta dura realidad de globalización económica, donde las multinacionales están carcomiendo los países más pobres, y la educación está regida por la libre competencia, la calidad, la excelencia neoliberal.

Las entrañas, destripadas, de los pobres ahora sirven como místicos mecanismos para los adivinadores de las corporaciones de inversión. Se enseña que el socialismo y el comunismo son un mal congénito y que pueden conducir solamente a una dictadura totalitaria. En contraste, el capitalismo y la legitimidad de la propiedad privada del monopolio se ha naturalizado como sentido común. La lógica de la privatización y del libre mercado ahora modelan arquetipos de ciudadanía, maneja sentidos de "buena sociedad" y crea formaciones ideológicas que producen las funciones necesarias para el capital en lo referente a trabajo. La educación se ha reducido a un subsector de la economía, diseñado para crear cybercitizens dentro de una teledemocracia de imágenesrápidas, representaciones, y las opciones de formas de vida accionadas por las finanzasdel capital.

La insinuación de la coherencia y de la lógica del capital en la vida diaria - y la elevación del mercado al status sacerdotal,

como modelo de todos los lazos sociales - es algo que ha ocurrido con éxitoy la reestructuración económica que estamos atestiguando hoy ofrece nuevos miedos referentes a la inevitabilidad, sin embargo también nuevas posibilidades de encontrar resistencias e instrumentos para luchar en contra del capital. La pedagogía crítica es, lo mantengo, una posibilidad necesaria (pero no suficiente).

Por algunos de tus trabajos, veo que has recibido cierta influencia de la teoría posmoderna -aunque no capturado por ella.

Cuáles son las posibilidades de lucha desde la educación posmoderna y cuáles sus limitaciones?

Sí, eso es verdad. Yo no deje totalmente el posmodernismo en mi trabajo, pero yo lo encuentro altamente problemático. Mi

trabajo fue viniendo mucho más marxista en su orientación; como ya he mencionado. Muchos posmodernistas en los Estados Unidos están ocupados en "políticas de identidad" privilegiando lo racial, el género o las identidades sexuales. El problema es que un énfasis en la política de identidad puede sabotear la lucha de clases, especialmente cuando se aislada de la vasta totalidad social del capitalismo avanzado. La explotación de clases no ha de ser privilegiada sobre el racismo o el sexismo o la homofobia –por favor déjame subrayar esto—pero creo que las formaciones capitalistas a menudo coordinan y organizan y reifican otras formas de opresión igualmente importantes. Es una forma de opresión más central, pero eso no significa que sea más importante. Espero estar siendo claro.